Hacedor de ciudades
A los 78 años, víctima de un cáncer, murió, el pasado miércoles, el arquitecto colombiano Rogelio Salmona, uno de los más prestigiosos urbanistas suramericanos. María Isabel Abad / Colaboradores: Natalia Ucrós y Roberto Bermúdez.
El arquitecto colombiano más destacado de los últimos tiempos falleció el pasado miércoles en Bogotá. Como un homenaje a su obra, un legado de creatividad y talento que también supo expresar en sus opiniones y comentarios,
El Espectador reproduce apartes de una de sus últimas entrevistas, concedida a la publicación Envés, para su edición en Revoluciones de noviembre de 2002.Temeroso de las palabras grandilocuentes, de los elogios y de la fama, el maestro Rogelio Salmona siempre se resistió a denominar su profesión como revolucionaria, así todas sus respuestas sobre el qué, cómo, cuándo, dónde y por qué de la arquitectura constituyan la base de un credo político y un permanente llamado al arte. Por esa doble condición, fue un creador de patrimonios.
¿Qué es la ciudad?
Es con el lenguaje el más grande invento que ha tenido el hombre, sin la ciudad estaríamos viviendo todavía en la barbarie. Es el sitio del conocimiento, el sitio de las ideas, el sitio de la comunicación, el sitio de la habitabilidad por excelencia. Eso no quiere decir que no se pueda vivir fuera de las ciudades pero son estas el lugar de las civilizaciones.
¿Puede ser la arquitectura revolucionaria?
Claro que no. Eso no tiene ningún sentido. La arquitectura puede transformar. Es como decir: ¿la poesía podría ser revolucionaria? Puede que incite, que trasforme, que trate de cambiar las maneras de ver. Ser revolucionaria es hacer un cambio radical de las estructuras tanto ambientales como políticas. No es el objeto de la arquitectura hacer eso. Yo creo que el arte en general, se usa para crear ideas, emociones. Es otra cosa. Las revoluciones las hacen los hombres con las ideas.
¿Y al interior de la profesión?
La tecnología sí puede revolucionar la misma arquitectura y producir cambios en la espacialidad . Esos cambios o tendencias afectan toda una manera de pensar dentro de la arquitectura pero eso no afecta la sociedad entera. La arquitectura no tiene como objetivo hacer una revolución, que entendida políticamente es un cambio de un sistema político-económico por otro, eso se puede hacer con las ideas y dentro de las ideas estaría la cultura. Las ideas de la iluminación en el siglo XVIII, hicieron que se produjera la revolución Francesa en 1793.
¿Quién hizo esa revolución?
las ideas. La arquitectura se manifestó, pero en sí misma no era revolucionaria. La arquitectura que se hace después de una revolución puede ser la misma que había en el régimen anterior. No hubo revolución ni cuando se pasó de la ciudad medieval a la barroca. Cuando se pasó del régimen zarista al soviético lo que hizo Stalin fue un retroceso en la estética. En Bilbao, actualmente no se está produciendo una revolución sino una serie de transformaciones tradicionales. Ni siquiera cuando se pasó del edificio gótico con andamios, al edificio sin ellos de Santa María de las flores en Florencia, hubo una revolución.
¿Qué tan dependiente es la arquitectura del poder?
Es dependiente, es muy dependiente, es uno de sus problemas justamente. Históricamente el poder; el príncipe, es el que ha creado la arquitectura, inclusive las mejores arquitecturas. Pero eso no quiere decir que se acepte el poder, uno puede trabajar para el príncipe de ahora, ya sea capital privado, capital público, pero hay maneras de resistirse.
¿Con cuáles premisas éticas resistirse?
Primero que todo, la arquitectura es una ética, fundamentalmente una ética. En el sentido en que trabaja hoy, con los medios de hoy para el futuro, que se conoce porque se conoce la tendencia, se conoce la historia y se sabe cómo ha ido evolucionando y qué es lo que puede pasar en los próximos años.
Es decir; la ética consiste en hacer un proyecto que se hace hoy que pueda servir a los de mañana. Uno no puede hacer un proyecto de hoy para hoy, que es lo que hace el capital, el gran capital. Uno es dependiente del gran capital, pero uno hace resistencia, por medio de la cultura, por medio del conocimiento, por medio de la imaginación, de la inventiva. Uno va más allá del hecho constructivo, cuando se trata de arquitectura verdadera, cuando es arquitectura, porque no puede haber arquitectura falsa y arquitectura verdadera.
¿Cómo le llama a la arquitectura que no perdura?
Bueno, son sólo construcciones. Pero la arquitectura debe trascender el hecho constructivo y para trascenderlo debe haber una ética que lo logre y lo logra cuando puede emocionar a los habitantes; a los de hoy y a los de mañana. Las grandes obras de la humanidad; de pintura, de escultura, de arquitectura, literarias; son obras que conmueven, es su objetivo.
Si la arquitectura es arte, ¿debe resistir el paso del tiempo?
Si la arquitectura es arte, ¿debe resistir el paso del tiempo?
Es que tiene que perdurar. No generalicemos demasiado. El problema en países más ricos, más industrializados, es distinto. Allá la arquitectura puede ser mucho más efímera. Para nosotros en países pobres y atrasados como los nuestros (no eso de en vía de desarrollo) no se puede hacer ese gasto inútil de que las cosas duren poco tiempo.
Eso hace el capital entre otras; edificios que le sirven momentáneamente para buscar renta y si esa renta disminuye o el valor del suelo disminuye lo tumban y vuelven a hacer otro, es decir, no les perdura, no les importa. Ya lo había dicho Marx: todo lo sólido se disuelve en el aire.Ya situó a la arquitectura en el tiempo. Ahora, sitúela en el espacio;
¿le apuesta a una arquitectura universal o local?
Yo creo que la arquitectura tiene significado social e histórico y de ahí me parece que es su importancia. La arquitectura es la zona de confluencia entre la historia y la geografía y por eso debe ser el resultado de un proceso histórico y está puesto en un lugar geográfico determinado. De esa confluencia resulta una arquitectura que es finalmente un lugar habitable para esa historia, para ese desarrollo, para esa geografía y para esa sociedad por consiguiente.
El lugar habitable, nace de esa comprensión del sitio que se logra porque se tiene un gran conocimiento de la geografía, de la ecología, de la topología, de la historia y naturalmente de los habitantes. Le Corbusier era de otra tesis ...El era un hombre de comienzos del siglo pasado y del antepasado, fue el resultado de todo un movimiento del siglo XIX, de las grandes obras que se hicieron en ese siglo.
Fue un hombre que produjo una serie de cambios muy importantes en la estética, en la construcción de la ciudad, en la manera de ver la espacialidad y en las tecnologías, impresionante. Creó un movimiento y una arquitectura muy apropiada para la Europa de los años treinta, cuarenta, cincuenta, sesenta y para los años después de la guerra.
Pero trasladó ese modelo a América latina.
Pero trasladó ese modelo a América latina.
¿Esto le parece cuestionable?
Sí, el modelo que el trató de aplicar era el mismo modelo que aplicó en Francia particularmente. Eso es cuestionable naturalmente. La arquitectura no puede ser una cosa impositiva, debe ser más fluida con la gente. Debe ayudar a transformar, a mejorar la habitabilidad pero no se puede ni se debe imponer.
¿Cómo conciliar la tensión entre lo público y lo privado?
No hay tensión. Lo fundamental es lo público. La arquitectura aunque sea hecha en forma para resolver necesidades privadas, está hecha en el espacio público.. La esencia de la ciudad es su espacio público y lo que lo compone son además de las instituciones, la arquitectura que es la que conforma la espacialidad de la ciudad. Por consiguiente, si se construye en un espacio privado, su contacto, su límite, su zona de confluencia es la fachada que ya le pertenece a la generalidad de la ciudad. El respeto que se debe tener es sobretodo hacia lo público que somos todos.
¿Hay en el gremio de arquitectos una negligencia y desinterés a la hora de construir vivienda social?
Bueno, no solamente desinterés sino un total irrespeto. Pero llamémosla mejor vivienda para un mayor número de personas, porque toda vivienda es social, tanto la del rico como la del pobre. Hay países en donde la vivienda de los pobres es mucho más digna que la nuestra, la nuestra en el fondo son ratoneras, es una vivienda muy irrespetuosa, no se compagina a las necesidades realmente humanas. Fuera de que el constructor, ya sea particular o público lo que hace es ganar dinero con el dinero de los pobres que es una gran contradicción. Al Estado le corresponde regular esa actividad constructiva que se hace para ganar dinero bajo el pretexto de estar haciendo una vivienda de interés social.
Este tipo de vivienda, forma parte del mayor hecho constructivo que puede tener una ciudad y al hacer una mala vivienda se está deteriorando una parte importante de la ciudad.
Este tipo de vivienda, forma parte del mayor hecho constructivo que puede tener una ciudad y al hacer una mala vivienda se está deteriorando una parte importante de la ciudad.
¿Cree que Bogotá es amable para los niños?
No. En lo más mínimo. Ni para los ancianos, ni para la gente normal. El egoísmo de lo privado impidió una espacialidad mejor, en esta ciudad no se pensó en lo público en los últimos 60 años. La ciudad fue hecha para resolver problemas de negocio, problemas especulativos. No se hizo una ciudad para el bienestar, para la alegría, tanto de los niños, de los adultos, de los viejos. Se perdió lo que era el sentido de la ciudad; alguien decía que se dejaron de hacer obras para hacer productos mercantiles y entonces ahí empezamos a padecer la ciudad. Pero ya se han hecho cambios.
¿Gracias a quién?
Eso no lo hacen dos, tres o cuatro personas, lo hace toda una necesidad social. Ahora surgieron una serie de alcaldes, de concejos, que han entendido y que han tratado de modificar las condiciones sociales y ambientales y el significado que tiene la política en la ciudad. Jaime Castro, Antanas Mokus, Enrique Peñalosa son los tres alcaldes que han ayudado a ese cambio y eso repercute en todo el país.
¿Cuál ha sido el cambio fundamental?
La recuperación del espacio público, que se manifiesta en la creación de nuevos colegios, de bibliotecas públicas, de edificios públicos. Si el espacio público es la esencia de la ciudad, la esencia del éste es el edificio público. Ha habido una mejoría, ha habido un cambio en las condiciones ambientales, espaciales y sicológicas de la gente.
Ya en Bogotá se piensa y se ve distinto. Lo noto cuando voy a caminar por la Biblioteca Virgilio Barco y hasta los niños se me acercan, hace treinta años, cuando construí las Torres del Parque, nadie se manifestó.
Ya en Bogotá se piensa y se ve distinto. Lo noto cuando voy a caminar por la Biblioteca Virgilio Barco y hasta los niños se me acercan, hace treinta años, cuando construí las Torres del Parque, nadie se manifestó.
¿Qué papel tiene que jugar la arquitectura en ese cambio fundamental?
La ciudad colombiana, la ciudad en general de la modernidad aunque no se puede generalizar, dejó de ser una unidad espacial como lo era antes. La ciudad de la modernidad es una ciudad que se ha ido fragmentando en distintos espacios. El gran problema hoy para su rehabilitación es justamente cocer, ligar, unir toda esa fragmentación y eso sólo adquiere coherencia por medio de la arquitectura. La arquitectura debe producir un cambio en la manera de enfocar el problema de la ciudad a lo que se estaba haciendo antes. Si pudiera no sería una revolución, sería una transformación de las malas condiciones y de los errores que se han ido acumulando. Eso a largo plazo podría crear una revolución pero la revolución no se hace solamente con la arquitectura.
¿Es la arquitectura una herramienta para democratizar?
Sin duda es una herramienta fundamental para muchas cosas; para democratizar, para crear más tolerancia para crear zonas de encuentro, zonas donde haya más comunicación entre la gente, para evitar la segregación, tan característica de las ciudades colombianas. Eso debe hacerlo la arquitectura, la prueba son los espacios públicos que hay en Bogotá, las bibliotecas, donde va todo el mundo, ricos y pobres, más pobres que ricos, porque los ricos tienen las biblioteca en sus casas.
Pero los hijos de estos sí van porque van al lugar donde está el libro pero van para ver el monumento, para recorrerlo, para errar, que es una necesidad de la gente. Es que la gente va a errar ahora a los centros comerciales en donde la sociedad de consumo los sublima para que compren toda una serie de artículos que no le sirven para nada.
Si los edificios públicos como las bibliotecas crean ese nuevo hábito y se produce un cambio de las costumbres, puede obligar a la gente no tanto a llegar a la sociedad de consumo sino a consumir la lectura, el libro y el conocimiento y eso sí puede producir un cambio fundamental, no sé si revolucionario pero sí fundamental.
Ya lo han dicho los sociólogos ese habitus nuevo es necesario crearlo, fomentarlo, inducirlo y sólo se puede hacerlo con espacios públicos que no pueden ser espacios vacíos sino llenos, ya sea con bibliotecas, parques, centros de recreo y todo lo que uno se pueda inventar para que ese cambio fundamental en la sociedad se de, y así contrarrestar esa sociedad de consumo. Eso lo dijo Saramago en la Caverna.
¿Luego, un centro comercial no es arquitectura?
Sí, lo que pasa es que el centro comercial tiene un significado comercial e induce a una cierta actividad y los edificios públicos inducen a otras actividades. En este momento en Colombia sólo se induce a la actividad comercial, ni siquiera a la recreativa. Si el centro comercial es una buena arquitectura y crea emociones, porque no todos ellos crean emociones sino un aburrimiento absoluto y una alineación permanente, pues magnífico, pero no quiere decir que lo otro no sea lo fundamental. Lo que yo digo es crear los elementos que contrarresten la dictadura del centro comercial en la vida urbana colombiana. Lo que digo es que tiene que haber en la ciudad lugares donde se pueda consumir hechos culturales, que son fundamentales para el desarrollo armónico de una sociedad.
¿Cómo hacer para que las ciudades no opaquen las regiones?
La ciudad no vive sola, vive en una región. No es concebible un campo atrasado y una ciudad adelantada. Hubo una mala gestión política a la hora de crear los planes de ordenamiento territorial que exige para cada ciudad la constitución del 1991 que tratando de resolver un problema de la ciudad se olvidó de la región.
La prueba es que los planes de ordenamiento territorial se hacen sin tener en cuenta un plan de ordenamiento regional, más aun, no hay un plan de ordenamiento nacional. Hay un olvido completo de lo que es la ciudad y su región y de lo que es la región y su nación.
La prueba es que los planes de ordenamiento territorial se hacen sin tener en cuenta un plan de ordenamiento regional, más aun, no hay un plan de ordenamiento nacional. Hay un olvido completo de lo que es la ciudad y su región y de lo que es la región y su nación.
La sabana de Bogotá, por ejemplo, es un ente geográfico trascendental en el país, está constituido por la capital y por siete ciudades; cada una de ellas tiene un plan de ordenamiento territorial, que va en contradicción con los de las ciudades que están al lado. Chía, a 30 Km. de Bogotá, prohíbe en su plan que haya vivienda de interés social porque ésta paga menos impuestos. Eso quiere decir que lo pobres no van a poder vivir en Chía, como eso es imposible, entonces habrá invasión de los espacios públicos nacionales como es el río y el piedemonte y de las zonas que no se pueden controlar en la misma Bogotá. Por querer mejorar las condiciones físicas y ambientales lo que hicieron fue empeorarlas.
¿Con cuál de las ciudades invisibles se queda?Con todas. Es imposible decir cuál. Un día me preguntaron: ¿ Cuál es su árbol preferido? Dije que todos.
Definiciones de arquitectura:• Una manera para que la gente sea feliz.
• La arquitectura es el hecho patrimonial por excelencia por ser el lugar del recuerdo. Es a través de un portal, de un quicio donde ha circulado la historia.
• El objetivo de la arquitectura es crear emociones, crear alegría, habitabilidad, enraizar, hacer ciudades.
• Es una fuente de conocimiento y el amor nace del conocimiento.
• La arquitectura es una ética, fundamentalmente una ética.
• Es la zona de confluencia entre la geografía y la historia.
• La arquitectura es la que debe cocer el interior de las ciudades que está completamente fragmentado.
Definiciones de arquitectura:• Una manera para que la gente sea feliz.
• La arquitectura es el hecho patrimonial por excelencia por ser el lugar del recuerdo. Es a través de un portal, de un quicio donde ha circulado la historia.
• El objetivo de la arquitectura es crear emociones, crear alegría, habitabilidad, enraizar, hacer ciudades.
• Es una fuente de conocimiento y el amor nace del conocimiento.
• La arquitectura es una ética, fundamentalmente una ética.
• Es la zona de confluencia entre la geografía y la historia.
• La arquitectura es la que debe cocer el interior de las ciudades que está completamente fragmentado.
Fuente: El Espectador, 06 de octubre de 2007
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